¿Cuándo fue la última vez que te preguntaste a ti mismo asistiendo a una clase?  ¿Esta clase es un desorden, es una perdida de tiempo? ¿Fue ayer, o incluso sólo hace unas horas? ¿Por qué esta clase se siente tan tediosa?.

Tal vez es porque el educador plantea las preguntas equivocadas al inicio de la sesión. O, lo que es peor aún, tal vez no se hicieron preguntas atractivas, y como resultado, la clase consistió en aburridas explicaciones o formas de comunicación unilateral que no motivan a los estudiantes a participar desde sus experiencias e intereses.

La utilidad del conocimiento que adquirimos y la eficacia de las acciones que tomemos dependerán de la calidad de las preguntas que hacemos. Estas serán las que  abren la puerta a la participación,al  diálogo y al descubrimiento.

Son una tarjeta de entrada a la creatividad y  al pensamiento progresivo, posibilitan el desarrollo de habilidades y destrezas a partir de ideas creativas que nacen de su curiosidad y esto puede causar el nacimiento del cambio.

Considera la posibilidad de que todo lo que sabemos hoy acerca de nuestro mundo surgió porque la gente fue curiosa.